Firuláis, de aristócrata a vivir de la caridad en Guadalajara
| |Originario de Tecalitlán Jalisco, Federico Ochoa y Ochoa nació un 10 de febrero de 1907, en La Hacienda la Purísima, cuentan la gente varias teorías sobre el origen de su nombre artístico como payasito “Firulais, unos dicen que sus primos le asignaron ese nombre al estar viendo a una jovencita y ella llamar así a su canino, así que sus primos le dijeron –ahí te hablan firulais, otros dicen que después de haber llegado de un viaje a Nueva York y haber mal gastado toda su fortuna, obtuvo varios trabajos entre ellos el de un payasito en un circo al cual llamo “Firulais” y otro dicen que simplemente así se hacía llamar desde niño.
De él solo se sabe que fue un aristócrata que perdió o derrocho su fortuna haciendo que callera en una depresión inmensa, la cual solo lo llevo al camino de las adicciones de todo tipo, hundiéndolo aún más, hasta llegar al manicomio, tratando de sobrevivir obtuvo varios empleos como chofer, cantinero y cualquier otro oficio que le remunerara algo para poder vivir. Y así llego hasta su personaje emblemático del cual vivió hasta sus últimos días.
En su fortuna recorrió todos los estados unidos y viajo a Europa se casó con una mujer de la cual se divorció y ya en su desventura conoció a la madre de su única hija la cual falleció al poco tiempo, agregándose esto a sus desventuras.
Intento ser actor con el maestro Rodolfo Usigli el cual pereció antes de concluir el proyecto, escritor (de su autobiografía) y torero, actividades que no le retribuían lo suficiente para poder vivir y esta última dejándole una lesión en el tobillo con una embestida a partir de ese momento empezó a usar silla de ruedas aunque no la utilizara.
Falleció en 1989 y se le rindió homenaje en 2008 en el museo de la ciudad de Guadalajara con la obra Firulais (fragmentos selectos de la historia reciente de Guadalajara) en la que participaron 54 expositores.