El niño del Cacahuatito: el santo más pequeño de Jalisco y el mundo
En la región de Mezquitic de la Magdalena, habita el considerado Santo milagroso más pequeño del mundo.
A pesar de contar con apenas 3,000 residentes, esta localidad se posiciona como el tercer destino más popular para peregrinos en los Altos de Jalisco.
El objeto de devoción para miles de creyentes es el Santo Niño del Cacahuatito. Enclavado en un pequeño santuario, esta diminuta imagen atrae a feligreses que suelen dejar juguetes como ofrenda, en busca de un favor especial.
La historia detrás de este ícono revela que en el pasado vivió en esa misma zona una pareja desfavorecida, Pedro Alanís y Juana Gallardo.
Esta pareja carecía de un pozo de agua y, al pedir ayuda a los vecinos, recibían negativas y consejos para construir su propio pozo. Lleno de fe, Pedro oraba por la generosidad de sus vecinos. Un día, mientras excavaba un pozo en su terreno, hizo un asombroso descubrimiento: una escultura de niño Jesús esculpida en madera y barro, cuyos brazos estaban dispuestos sobre el pecho y el vientre.
Al lado del niño se encontró un manantial que no ha dejado de fluir desde entonces. Este hallazgo se interpretó como un milagro, agradeciéndose tanto el agua como la cesación de la sequía que afectaba a la familia de Pedro. Inspirado por este evento, Pedro construyó una pequeña ermita que se ha convertido en un lugar de peregrinación.
Este lugar sagrado atrae a numerosos visitantes y testimonios de quienes dicen haber experimentado milagros gracias al Niño del Cacahuatito o Señor del Mezquitic. A las afueras del santuario, se puede observar el pozo original y se permite recolectar un poco de su agua considerada milagrosa.
El sobrenombre «Niño del Cacahuatito» surgió en 1994, cuando Francisco Padilla de Luna comenzó a difundir imágenes de este santo, comparando su figura con un cacahuatito, término que finalmente prevaleció.
De esta forma, el famoso Niño del Cacahuatito emerge como uno de los santos más reverenciados en la región de los Altos, Jalisco, y ocupa un lugar prominente como el tercer destino de peregrinación más destacado en la zona.
